Hora
santa Franciscana
HIMNO
Ven, Francisco, a tus hermanos,
visita a los pobrecillos;
ven, traspasado de amor
por las heridas de Cristo;
como nueva primavera
después del invierno frío,
¡ven, Francisco!
Ven, que los hombres te vean
por el mundo peregrino:
liberado, sin alforja
y sin dinero en el cinto;
y anuncia la paz y el bien
con los labios florecidos,
¡ven, Francisco!
Ven con los brazos sin armas,
hermano suave y pacífico;
ven, menor de los menores,
de corazón compasivo;
profeta sin amargura,
ven con el ramo de olivo,
¡ven, Francisco!
Ven, penitente gozoso,
que lloras de regocijo;
heraldo loco de amor
y paz de los enemigos;
ven por los barrios y plazas,
juglar del perdón divino,
¡ven, Francisco!
Ven, ángel de buenas nuevas,
háblanos de Jesucristo;
ven, boca del Evangelio,
cristiano sabio y sencillo;
hermano tan deseado,
Francisco tan bien querido,
¡ven, Francisco!
SALMODIA
SALMODIA
Ant. 1. Francisco,
varón católico y del todo apostólico, enviado con la buena noticia de la paz.
Salmo 111
Salmo 111
Coro 1:
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
Dichoso quien teme al Señor
y ama de corazón sus mandatos.
Su linaje será poderoso en la tierra,
la descendencia del justo será bendita.
Coro 2:
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luzel que es justo,
clemente y compasivo.
En su casa habrá riquezas y abundancia,
su caridad es constante, sin falta.
En las tinieblas brilla como una luzel que es justo,
clemente y compasivo.
Coro 1:
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos.
El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
Coro 2:
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor.
Su corazón está seguro, sin temor,
hasta que vea derrotados a sus enemigos.
Coro 1:
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta.
y alzará la frente con dignidad.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta.
y alzará la frente con dignidad.
Coro 2:
El malvado, al verlo, se irritara,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
El malvado, al verlo, se irritara,
rechinará los dientes hasta consumirse.
La ambición del malvado fracasará.
Todos:
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Francisco,
varón católico y del todo apostólico, enviado con la buena noticia de la paz.
Ant. 2. En sus días sostuvo la casa de Dios y reparó el templo.
Salmo 147
Coro 2:
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti;
ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Coro 1:
El envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
El envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz;
manda la nieve como lana,
esparce la escarcha como ceniza;
Coro 2:
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
hace caer el hielo como migajas
y con el frío congela las aguas;
envía una orden, y se derriten;
sopla su aliento, y corren.
Coro 1:
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.
Todos:
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. En
sus días sostuvo la casa de Dios y reparó el templo.
Ant. 3. Sácame de la prisión: me rodearán los justos cuando me devuelvas tu favor.
Salmo 141
Coro 1:
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
A voz en grito clamo al Señor,
a voz en grito suplico al Señor;
desahogo ante él mis afanes,
expongo ante él mi angustia,
mientras me va faltando el aliento.
Coro 2:
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Pero tú conoces mis senderos,
y que en el camino por donde avanzo
me han escondido una trampa.
Coro 1:
Mira a la derecha, fíjate:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
Mira a la derecha, fíjate:
nadie me hace caso;
no tengo adónde huir,
nadie mira por mi vida.
Coro 2:
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi lote en el país de la vida.»
A ti grito, Señor;
te digo: «Tú eres mi refugio
y mi lote en el país de la vida.»
Coro 1:
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Atiende a mis clamores,
que estoy agotado;
líbrame de mis perseguidores,
que son más fuertes que yo.
Coro 2:
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Sácame de la prisión,
y daré gracias a tu nombre:
me rodearán los justos
cuando me devuelvas tu favor.
Todos:
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio, ahora y siempre
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant. Sácame
de la prisión: me rodearán los justos cuando me devuelvas tu favor.
LECTURA BREVE
Rm 8, 10-11
Si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.
Si Cristo está en vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justificación obtenida. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales, por el mismo Espíritu que habita en vosotros.
RESPONSORIO BREVE
Guía: Francisco pobre y humilde entra rico en el cielo.
Todos: Francisco pobre y humilde entra rico en el cielo.
Guía: Francisco pobre y humilde entra rico en el cielo.
Todos: Francisco pobre y humilde entra rico en el cielo.
Guía: Lo aclaman con himnos celestiales.
Todos: Entra rico
en el cielo.
Guía: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Todos: Francisco
pobre y humilde entra rico en el cielo.
LECTURA HAGIOGRÁFICA
De la
carta de San Francisco de Asís a todos los fieles
Puesto que soy siervo de todos, a
todos estoy obligado a servir y a suministrar las odoríferas palabras de mi
Señor; y quiero comunicarles las palabras de nuestro Señor Jesucristo, que es
el Verbo del Padre, y las palabras del Espíritu Santo, que son
espíritu y vida.
Siendo este Verbo del Padre sobre
manera rico, quiso, junto con la bienaventurada Virgen, su Madre, escoger en el
mundo la pobreza. Y puso su voluntad en la voluntad del Padre, diciendo: Padre,
hágase tu voluntad; no se haga como yo quiero, sino como quieres tú.
Y
la voluntad de su Padre fue que su bendito y glorioso Hijo, a quien nos dio
para nosotros, y que nació por nuestro bien, se ofreciese a sí mismo como
sacrificio y hostia, por medio de su propia sangre, en el altar de la cruz; no
para sí mismo, por quien todo fue hecho, sino por nuestros pecados, dejándonos
ejemplo para que sigamos sus huellas.
Y quiere que todos seamos salvos
por él y que lo recibamos con un corazón puro y con nuestro cuerpo casto. ¡Oh,
cuán dichosos y benditos son los que aman a Dios y obran como dice el Señor
mismo en el Evangelio: Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y
con toda la mente, y a tu prójimo como a ti mismo!
Amemos, pues, a Dios y adorémoslo
con puro corazón y mente pura, porque esto es lo que sobre todo desea cuando
dice: Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad.
Porque todos los que lo adoran, es preciso que lo adoren en
espíritu de verdad. Y
dirijámosle alabanzas y oraciones día y noche, diciendo: Padre
nuestro, que estás en los cielos, porque es preciso oremos siempre y no desfallezcamos.
Y de manera especial los
religiosos, que renunciaron al siglo, están obligados a hacer más y mayores
cosas, pero sin omitir éstas. No debemos ser sabios y prudentes según la carne,
sino, más bien, sencillos, humildes y puros. Yo, hermano Francisco, vuestro
menor siervo, os ruego y suplico, en la caridad, que es Dios, y con el deseo de
besaros los pies, que os sintáis obligados a acoger, poner por obra y guardar
con humildad y amor estas palabras y las demás de nuestro Señor Jesucristo. Y a
todos aquellos y aquellas que las acojan benignamente, las entiendan y las
envíen a otros para ejemplo, si perseveran en ellas hasta el fin,
bendíganles el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Amén.
RESPONSORIO
Jr
11, 4; Mt 11,29; ICo 11, 1
Todos: Escuchad
mis palabras y haced lo que os mando y encontraréis
vuestro descanso.
Guía: Seguid mi
ejemplo, como yo sigo el de Cristo.
Todos:
Y encontraréis vuestro descanso.
Magníficat, ant. Francisco,
del todo sumiso al Creador, tuvo sumisas a las criaturas: se servía de ellas
para gloria de Dios.
(A un solo coro)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el todo poderoso ha hecho obras grandes en mí,
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
Gloria al Padre y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
Por los siglos de los siglos. Amén.
Magníficat, ant. Francisco,
del todo sumiso al Creador, tuvo sumisas a las criaturas: se servía de ellas
para gloria de Dios.
PRECES
Guía: Invoquemos, hermanos, a Dios Padre, fuente de toda santidad que, por la intercesión y ejemplo de nuestro Padre San Francisco, nos guía por el camino de la santidad, y digámosle:
Todos: Escúchanos, Señor.
Guía: Invoquemos, hermanos, a Dios Padre, fuente de toda santidad que, por la intercesión y ejemplo de nuestro Padre San Francisco, nos guía por el camino de la santidad, y digámosle:
Todos: Escúchanos, Señor.
Guía: Padre Santo, que hiciste a tu siervo Francisco imitador perfecto de tu Hijo
Todos: haz que nosotros, siguiendo sus huellas, observemos fielmente el Evangelio de Cristo.
Guía: Padre de
bondad, guía nuestros pasos por el camino de la paz, siguiendo el ejemplo de
nuestro padre San Francisco,
Todos: para que, con sincero corazón, vivamos en obediencia, sin propio y en castidad.
Todos: para que, con sincero corazón, vivamos en obediencia, sin propio y en castidad.
Guía: Padre
altísimo y omnipotente, que dispersas a los soberbios de corazón y enalteces a
los humildes,
Todos: concédenos imitar a nuestro seráfico Padre en la virtud de la humildad.
Todos: concédenos imitar a nuestro seráfico Padre en la virtud de la humildad.
Guía: Padre de
amor y de misericordia, que marcaste con las señales de la pasión de tu Hijo a
tu siervo Francisco,
Todos: concédenos gloriarnos siempre de la cruz de Cristo.
Todos: concédenos gloriarnos siempre de la cruz de Cristo.
Guía: Padre
indulgente, que por las súplicas de nuestro Padre San Francisco otorgaste el
perdón a los pecadores,
Todos: muestra tu rostro a nuestros hermanos difuntos.
Todos: muestra tu rostro a nuestros hermanos difuntos.
Guía: Oremos como nuestro Señor nos ha
enseñado:
Todos: Padre nuestro...
Todos: Padre nuestro...
Oración
Guía: Dios
todopoderoso, que otorgaste a nuestro Padre San Francisco la gracia de
asemejarse a Cristo por la humildad y la pobreza, concédenos caminar tras sus
huellas, para que podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor
jubiloso. Por nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Amén.
Todos: Amén.
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